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Opinión PR | Necaxa: El aprender a no morir

Por Alex.
@AlexDeRayos

Es bien difícil hablar de futbol. Lo es porque siempre recaemos en los mismos lugares comunes, insultos, menosprecio y al final caemos en el chovinismo dependiendo el color que nos decidimos tatuar. Hablar con un aficionado al futbol es de lo más difícil en este mundo, incluso más que en cuestiones más importantes como el arte, lo social o la política; incluso rosa en lo patético.

Por desgracia, fui de esas personas que fueron invadidas con el síndrome del futbol desde muy temprano en mi vida. En la escuela, mi casa y alrededores, era común una pelota, balón o una transmisión de algún partido, casi siempre del América.

En mi familia existían tres tipos de aficionados: a los que no les importa, los que se visten de amarillo y azul y los rojiblancos… equivocados. Estaba invadidos entre comentarios vagos y palabras que mientras fui creciendo se repetían y repetían en mi cabeza, ‘hijos’, ‘padre’, ‘gallina’, ‘perras con cuernos’, ‘chemos’, ‘maricones’ ‘vendidos’ ‘comprados’ y la más común ‘chinga tu madre’.

Ante tal violencia confusa y el odio que sentía en aquel entonces por cierto club de Jalisco (en ese entonces el América era para mí como una especie de relleno en la programación televisiva), de tal forma que de los miles de equipos del futbol mexicano, no escogería, de entrada, a esos dos. Apareció un equipo, en una ocasión que regresaba de comer de algún sitio en la calle, con short blanco playera roja y blanca, pero diferente a la de Guadalajara porque de entrada el escudo era más bonito pese a no tener ni una sola estrella (en aquel entonces no sabía lo que era una estrella).

Y curiosamente, este plantel, que le llamaban Necaxa, jugaba en el mismo Estadio que América, sólo que no había ni un alma en las gradas y era víctima de todo tipo de burlas. De igual forma parecía que esto no importaba en lo absoluto porque terminaron venciendo y ganando una Copa a alguno de esos que aquí en México suelen decirles ‘Grandes’ aunque de eso no tengan nada; Los Rayos destruyeron al popular Cruz Azul.

Fui creciendo, primero creí que mi elección fue estúpida, porque era el blanco de todos los insultos posibles, pero mientras más avanzaba, me di cuenta que todos éstos eran exactamente iguales, no había un equipo que no fuera ‘el más grande de este país’ y esto variaba según el aficionado.

Por otro lado, me di cuenta de esa estupidez colectiva llamada selección nacional. En esos partidos, el enemigo, ‘hijo’ o maricón, se transformaba en tu hermano. Y debo reconocer, en un principio me gustaba ver esos partidos, pero no por el equipo verde que corría por ahí sin sentido, sino porque el gran número de jugadores se ponían la playera rojiblanca cada fin de semana.

Sin querer me hice aún más aficionado del Necaxa por vestirse de verde que a una Selección que hasta la fecha no le encuentro sentido alguno y por si fuera poco, en todo el momento que veía el deporte de las patadas, me di cuenta de lo aburrido y grosero que es en este país si lo comparo con otros lares en el mundo.

Me gusta documentarme; saber las hazañas, triunfos, derrotas y todas esas cosas que se archivan en una memoria de dos países que en un Mundial juegan entre ellos y de esta forma evitan un conflicto más trascendente y terminan correteando un balón. Pero lo cierto es que me enamoré de un equipo y adopté su estilo de vida. El futbol en realidad es una cosa que me da igual, que nunca me ha gustado, al menos no el de este país, y que por lo único que lo tolero es por amor al Necaxa; como cuando la mujer que quieres te dice sobre un concierto cursi y patético de Chayanne y vas ‘por amor al arte (mujer)’.

Creo que ahora entiendo que el odio del futbol nace de esa gente que se insulta con lo mismo, que no sabe nada de lo que cada institución representa y si lo sabe, no pasa del lugar común que es llevar a un terreno de menosprecio a otro que, de manera increíble y patética, piensa exactamente lo mismo que tú pero a la inversa.

Los Rayos, un equipo que nació desde el lejano 1923, cuya primera desaparición fue por rechazar el profesionalismo porque atentaba al deporte, que se ha visto envuelto en complicaciones económicas, varias ventas, cambio de nombre y ser pisoteado por una televisora a costa de engrandecer a otro que dista mucho de tener el espíritu puro de un guerrero, sigue de pie, juegue donde juegue; sigue vivo.

Y no es para menos que esto sea así, desde un lado romántico, las tragedias son necesarias porque es en donde el amor se puede comprender en su máxima expresión. Podría decir que los Rayos son el primer y quizá único equipo que tuvo una tendencia opositora al sistema, lo demostró cuando se negó a ser profesional y también cuando, pese al control de Televisa, éste sacó muchas veces la cara por propio orgullo y por el país, con jugadores en su equipo nacional y con las participaciones internacionales que tuvo.

Los Rayos, son ese equipo que se complicaba la vida como ninguno ante rivales sin nombre, pero que tumbó a ‘Goliats’ de la altura de Santos con Pelé, Real Madrid con su cuadro de estrellas galácticas y Manchester United con unos ingleses que destruyeron al combinado mexicano que en ese entonces, carecía de presencia rojiblanca.

Así, el Necaxa me enseñó el ejemplo perfecto de luchar pese a no tener nada a favor. Por eso en mis tiempos de crisis me gusta recordar partidos, no por el futbol, sino por el rojiblanco. Va a ser un año que Televisa dejó de ser parte de Necaxa, y apenas se fue el equipo consiguió un título; parece que nuevamente y desde abajo, como siempre le ha gustado, llegará a lo más alto desde lo más bajo.

Entre ‘chemos’, ‘güilas’, ‘perras con cuernos’, ‘hijos putos’ y miles de ‘padres’ está éste otro, el que como la literatura, según Juan Villoro, es ‘para las minorías selectas’; Necaxa, el aprender a no morir.

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6 Comentarios

  1. Buen texto Alex, creo que muchos de los necaxistas que andamos por la misma edad, de alguna forma nos identificamos con lo que escribes.

    Me quedo con esta parte del texto: Por eso en mis tiempos de crisis me gusta recordar partidos, no por el futbol, sino por el rojiblanco. ¡Tan cierto!

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  2. GRACIAS TONI LUNA , PERO RECUERDA QUE CRUZ AZUL NO SERIA NI MIERDA SI NECAXA
    NO HUBIERA DESAPARECIDO POR UNA DECADA , NO SOY ROJIBLANCO, SOY NECAXISTA

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  3. Gy-gas el Necaxista texano29 abril, 2015 19:30

    @Alex: NECAXA TIENE UN LUGAR PRIVILEGIADO EN EL FÚTBOL MÉXICANO, TIENE UNA GRANDEZA QUE DEBE DE SER RESPETADA Y NUNCA MANCILLADA.

    NECAXA Debe de regresar a su lugar la 1era diviisón nacional y reclamar ante los 19 equipos delfutbol méxicano su grandeza.

    Asi debe de ser, NO AL CONFORMISMO LLAMADO MEDIOCRE LIGA DE ASCENSO

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  4. NECAXA. Es un topónimo totonaco que significa "Ruido en el agua" o "Lugar de Ruido en el agua".

    En el río Necaxa se construyó la primera Hidroeléctrica del país. En la empresa que la construyó trabajaron mi abuelo y mi papá. Mi papa es Necaxista, yo también, y mi hijo de 4 años lo es, a pesar de su mamá que le va a otro equipo.

    Para mi ser Necaxista es un nexo con mi papá y con mi hijo que espero nunca se rompa. Siempre habrá discusiones y diferencias de opinión en otros temas, pero también siempre recordaré las veces que fui con mi papá al estadio a ver un partido de futbol y la primera vez que fui con mi hijo a apoyar al Necaxa. Comprenderán que es algo mas allá de una camiseta.

    Por cierto, la del Necaxa es de las únicas camisetas que desde el inicio tiene los colores de la bandera, blanca con líneas rojas y VERDE EN LOS NUMEROS, así fue concebida, por favor recuérdenlo siempre.

    Saludos

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  5. Pinches culeros, ya me hicieron llorar...

    Mosh Necaxista

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  6. Hay categorías. Hay equipos que toda su vida son pequeños; hay equipos que se hacen grandes: hay equipos que nacen grandes; y luego esta Necaxa, un equipo que nació grande, para convertirse el Leyenda.

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