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La Línea del Ecuador de Aguinaga

Por Alexandro 'Mostro' Álvarez.

Alexandro Álvarez Olivares, mejor conocido como El Mostro, es futbolista profesional de posición guardameta. Ha jugado en el Necaxa, Atlético Celaya, Colibríes de Morelos, Santos Laguna, Veracruz, Puebla y Cruz Azul Hidalgo. En Perú jugó con el Coronel Bolognesi F.C. Fue seleccionado mexicano y obtuvo la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá 1999. Actualmente milita en el Morelia. Ha escrito en la revista Sólo Futbol y tiene en prensa el cuento para niños El sueño de Ramón el balón. Esta es su primera colaboración para Arteletra.

No fueron las cinco horas y media que nos tomo llegar, ni los paisajes montañosos que encontramos. El trayecto del aeropuerto al hotel transcurrió entre semáforos rojos que servían de poco pues las motocicletas que escoltaban, con sirena abierta, el autobús opacaban ese brillo rojo y frenaban el transito local. La recepción en el hotel fue cálida pero sobre todo cariñosa. En el lobby del hotel nos explicaban el honor que significaba recibir a Alex con el equipo de Los Rayos; era algo que no sucedía todos los días. Antes de pasar a la noche tranquila, en la tele se repetía la noticia de que el héroe del Pichincha estaba en casa.

El desayuno para un equipo de fútbol en el extranjero es un desayuno más. Te formas en las filas donde los platillos regionales se sirven y basta con poner un poco de fruta en un plato, dos cucharadas de granola y un chorrito de miel, esto acompañado de café o el jugo de tu confianza –por aquello de los estómagos débiles—y después subir al bus y abrir los ojos bien grandes para conocer a cierta velocidad la ciudad. No tienes mucho para esto así que aprovechas para llenar tu álbum mental con imágenes que algún día le mostrarás con alegres palabras a alguien.

Llegamos al campo de entrenamiento y comienza lenguaje futbolero común a todas las canchas: calentamiento, ejercicios técnicos –algunos muy específicos que pasan por los tácticos–, mucha agua; el sudor abundante muestra que eso de la altura de las ciudades no es broma: 2,800 metros sobre el nivel del mar. Hacer ejercicio a esta nivel es hacerlo con una pata de elefante sobre tu pecho; el aire no entra fácil, casi debes atraparlo y comerlo a bocados desesperados porque cada vez necesitas más. Por último una plática de cómo quiere el entrenador que el equipo afronte el partido. Listo. Se fue este entrenamiento. Creo que en realidad si es complicado el idioma futbolero.

Volvimos al hotel para alistarnos y después cumplir con compromisos sociales como la visita a un hospital, recibir a niños con libretas y bolígrafos para rayárselas con firmas a cambio de sonrisas.

Al día siguiente otro entrenamiento parecido al anterior y más pasta en la hora de la comida. Al terminar la sesión fuimos a conocer la cintura del planeta Tierra, su eje central, la mitad, el ecuador. Cumplimos con la foto clásica de pie derecho hemisferio sur, pie izquierdo hemisferio norte. La ruta turística incluía un viaje a un centro comercial donde se llevaría a cabo una firma de autógrafos anunciada en todas partes, incluso en televisión. Nos impactó ver tanta gente, la fila para los autógrafos parecía interminable. Era obvio que la gente no estaba ahí por Los Rayos del Necaxa sino para ver a Alex Aguinaga. Uno a uno pasaron a recolectar las firmas de todos mis compañeros pero las ansias les quemaban para llegar a estar frente a Alex que, en clara alevosía, me había puesto junto a él para disfrutar más ese momento. Las muestras de cariño eran muchas, las “gracias” también las recibió a montones. De esa fila se destacó un hombre de alrededor de 30 años, destacó por sus ojos tan grandes como su alegría y con una emoción en la garganta, balbuceó “Alex, ¿me recuerdas? Soy…” y al decir su nombre, Alex reaccionó con alegría. Le contestó “Sí, claro. Fuimos compañeros en la escuela, ¿verdad?”. El hombre de treinta y tantos asintió con la cabeza y acotó, “Sí Alex, muchas gracias que te acuerdes de mí”. Y entonces el hombre le acercó a un niño que se mantenía tímido a su costado y le dijo, “Alex mira, él es mi hijo Alex; se llama así por ti, le he platicado mucho de ti, de cuando en el colegio éramos amigos y de que ahí también jugábamos al fut en el descanso, de que todos queríamos elegirte al momento de hacer los equipos, de que en tus pláticas nos decías que algún día serias futbolista, y futbolista de los buenos”. Los ojos del señor se ponían a cada segundo que hablaba, más cristalinos, mas vidriosos de una alegría húmeda. Y del pequeño Alex sólo cabe decir que las palabras de su papá Alex al gran Alex, le hacían devorar el momento que estaba viviendo. Aguinaga le dijo a aquel hombre emocionado, que si recordaba cuando también lo invitaba a su casa a comer y le dijo que su madre hacia los mejores guisos y que también a ella la recordaba, que le diera las gracias de su parte. El hijo del hombre no podía creer que hasta su abuela había salido en esa plática. Fue cuando el niño interrumpió y dijo, “Mi abuela ya murió, pero cuando jugabas veíamos tus partidos en la tele y me decía, ´Al Alex le encantaba comer mis patacones* y se sentaba donde estás sentado tú.´ Y me hacia sentar donde tú te sentabas y decía que era para que cuando yo sea grande, llegue a ser como tú”. Alex sonrió y le dijo al niño, “Tu abuela y su comida me hizo ser lo que soy ahora´”. El niño volteó hacia su padre y le dijo emocionado “¡Escuchaste eso papá, la abuela lo hizo así!”. El hombre de treinta y tantos no pudo más y soltó un par de lágrimas diciendo. “Gracias Alex”. Se acercó a él y le dijo bajito, “Mi hijo tiene una rara enfermedad que lo está consumiendo, no va a estar conmigo mucho tiempo pero esto será inolvidable. Eres el ídolo de mi familia y por supuesto mío”. Alex se quito su chamarra del Necaxa que portaba y se la puso al niño. Le dijo, “Tienes un papá increíble, cuídalo mucho. Y te voy a confesar algo. Tu papá era mejor jugador que yo. Yo quería estar siempre en su equipo para ganar, por eso me escondía detrás del gordo del salón y me asomaba cuando era su turno para que él me eligiera. De qué sirve hacer una jugada buena si el delantero no mete gol. Tú papá era el goleador y todos lo admirábamos, yo tuve suerte y me hice futbolista , pero él tuvo más suerte porque te tuvo a ti y es tu papá”. El niño giró y abrazo a su papá diciendo, “¡Tú eras mejor que Aguinaga, wwaaaoooo!”. Y concluyó. “Yo además le voy al Depor** no al Necaxa. El padre no dijo más, sólo miró a Alex y le agradeció con un movimiento de cabeza. El padre y el hijo avanzaron y se perdieron entre la multitud. Nosotros seguimos firmando autógrafos a la gente.

Al otro día el partido fue justo como lo pensamos. Ellos volando y nosotros sufriendo para respirar. Después de un rato y muchas jugadas en contra cayó el primero. Uno abajo. Pero la tribuna y la alegría que se sentía era un buen marco para el motivo de ese partido: un homenaje para el número 7 del Necaxa y de la selección ecuatoriana de fútbol. Llegó el medio tiempo y la playera gigante que firmó el Alex fue la cereza de ese pastel. Y claro, ver jugar a Aguinaga el primer tiempo con el Necaxa y el segundo tiempo con la selección de su país. El marcador: 4-2 a favor de los locales. Misión cumplida. Partido jugado, la afición contenta y el Alex Aguinaga, el héroe del Pichincha, homenajeado. El marcador fue lo de menos. Es verdad eso de que no siempre ganar es lo único. Esa tarde todos ganamos y además una nueva lección de que el fútbol es muchas veces el mejor pretexto para ser feliz, con un reencuentro del ayer, con un gol, con un amigo, con una historia. A veces dentro y a veces fuera de la cancha.

* Platillo ecuatoriano hecho de plátanos fritos.
** Deportivo Quito, equipo de mayor tradición en Ecuador.
Fuente: ArteLetra

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15 Comentarios

  1. sergio saltillo08 abril, 2014 14:51

    hijole, sin comentarios compañeros, cuando esto lo dice otra persona cercana a un idolo del futbol. nos damos cuenta que no solo tuvimos a un exelente jugador sino tambien a un gran ser humano con defectos como todos pero con muchas virtudes.
    esto es lo que hace grande a este deporte y darse cuenta ademas de todas las anecdotas que estan ocultas y que esperan ser narradas algun dia.
    saludos...

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  2. GRANDIOSO!!! Gracias Taker, gracias "Mostro", gracias Alex...

    MA®IO

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  3. Alex siempre ha sido grande primero como persona y después como jugador
    arte hidronec_@

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  4. Creo que no hay un solo Necaxista que no se sienta en deuda con Alex Aguinaga, la directiva le negó la despedida que se merecía, va el mensaje a los nuevos dueños para entrar con el pié derecho, un partido de homenaje a las glorias de los 90's con Alex, Ivo, Pelaez, Aspe, Ambriz, Navarro, etc etc. todos los que puedan asistir al Victoria, les garantizamos un lleno total y un gran compromiso de la afición.

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  5. Yo empeze a irle al necaxa desde que me llamo la atencion ver futbol a mis 10 años aprox. en el torneo del 94 antes de verlo campeon ganandole al cruz azul, obviamente me enamoro el futbol de desempeñaban tantas figuras que tenia el equipo, pero sin lugar a dudas respetando a otros grandes que han estado y se les reconoce su historia y aporte al necaxa pero mi idolo es alex aguinaga, igual mi hijo se llama alex por el, que excelente y emotiva historia. Como quisiera volver a ver al necaxa desempeñando un futbol como el de esos años 90, eran jugadores que sentian el amor por la camiseta y el profesionalismo del futbol, ojala y alguno de ellos tomara las riendas de mi querido equipo y le inyectara todos sus conocimientos y lo grande que representa este equipo. Espero pronto volver a verlo en primera division ganando titulos y no solo en la liga sino demostrando lo grande que es a nivel internacional como el gran mundial de clubes donde se enfrento a grandes equipos y le arrebato el 3 lugar al real madrid. Un saludo para todos los necaxistas.

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  6. Ojalá´en el nuevo NECAXA estén considerados grandes personajes como Borja en la directiva , Alex de entrenador (o Ivo o El picas) cuchillo, que vuelva la sangre Necaxista , nos urge después de tanta sangre de atole con televisa

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  7. Felicito enormemente a Taker por poner este tipo de columnas, estas historias, que ademas son de la vida real acrecentan aun mas el cariño que se le tiene a este gran equipo, yo tengo 56 años y le voy al Necaxa desde que tengo uso de razon y me ha tocado vivir de todo con este equipo al que cada dia quiero mas, y me atrevo a decir que ningun otro equipo tiene esta riqueza de historias dentro y fuera de la cancha, y si Steven Spielberg hiciera una pelicula de la historia de algun equipo mexicano sin duda escogeria al Necaxa.

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  8. Compañero de alegrías y tristezas de rayorep, tengo 56 años, Necaxista desde los 7, originario del DF ahora vivo en Guadalajara y lo voy a ver aqui en todos los juegos que vengan y voy a Aguascalientes cada que se puede, tengo 3 hijos necaxistas nacidos en los 80's y que se enamoraron del Necaxa de los 90's y lo siguen conmigo, todos con la ilusión del regreso a primera división éste año y que la nueva directiva haga lo que hicieron Leon y Tijuana en sus primeros años, sostenerse y además un campeonato. se vale soñar.

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  9. Al leer se me puso la piel chinita. Que padre historia y que gran persona eres Aguinaga. Por eso tambien siempre seras mi idolo y emblema necaxista. Igual que todos no pierdo la esperanza de verte pronto en primera división. Por siempre fiel

    necaxista2003

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  10. Sin duda alguna Alex Aguinaga el mejor jugador que México ha tenido en mucho tiempo, y el mas grande icono del necaxa, gracias a el sigo creyendo en el necaxa por todos esos grandes momentos que me hizo sentir, de verdad un gran jugador y no conocía esta historia un gran ser humano por el elijo el numero 7 en todas mis playeras. He esperado el momento en que Alex regrese al necaxa y sea el que nos haga campeón de nueva cuenta en el máximo circuito, no pediría mas, animo mis rayos, saludos raza desde Gómez Palacio Durango

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  11. que historia tan emotiva, la verdad se me rodaron las lagrimas, fiel reflejo de lo que fue alex aguinaga como persona, pocos hay como èl. saludos a todos los necaxistas. Atte. Fèlix Garcia desde Tlapa de Comonfort. Guerrero

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  12. Alexandro Álvarez Olivares (n. el 26 de enero de 1977 en la Ciudad de México, D.F.; México.) Es un futbolista profesional mexicano, su posición es portero, actualmente milita en Monarcas Morelia.

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  13. AGUINAGA.un super idolo y exelente persona
    que señoron.
    haaaaaaaaa
    Como extraño este tipo de jugadores que hisieron historia y dejaron huella
    gracias por la anecdota

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  14. Hola Amigos necaxistas, soy del Distrito Federal, pero ahora radico en Veracruz, tengo 60 añ y siempre he sido necaxista, aún cuando fue Atlético Español y moriré así. Tanto en Necaxa como el Atlético Español, han sido grandes equipos, y de ellos surgieron grandes jugadores, espero que la nueva directiva lo proyecte hacía el lugar que merece nuestro gran equipo.Fuerza Rayos

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  15. ALEX AGUINAGA es simple y sencillamente ALEX AGUINAGA. pero quiero mencionar la humildad y sencillez que solo los grandes pueden tener, es el caso del MOSTRO ALVAREZ, fue un encuentro ante el MORELIA en el ESTADIO AZTECA, marcador 1-1 gracias al MOSTRO que detuvo un penal, yo era EL RAYO CHILANGO el enmascarado de la porra oficial, (la de JULIO SOTELO, EL RAYO MAYOR), al termino del partido esperamos a los jugadores en su salida del estadio, en eso salió un auto y mis compañeros gritaron SERGIO, SERGIO UN AUTOGRAFO ¿NO? nos ignoró por completo y arrancó, uno de mis compañeros le gritó PINCHE ALMAGUER CULERO, almaguer se detuvo, metió reversazo, se bajo encabronado y dijo: NO SOY CULERO Y NO ES MI OBLIGACION DARTE NINGUN AUTOGRAFO, PINCHE CHAMACO, nos quedamos frios, minutos después salió otro carro, y todos todos nos acercamos, MOSTRO MOSTRO, danos un autografo, el mostro se bajo de su carro y nos dió su autografo, uno de mis cuates con la inocencia y la emoción le dice OYE MOSTRO ¡¡TE RIFASTE CON ESE PENAL!! oye nos dejas ver tu sudadera, el mostro accede, abre la cajuela de su auto y de su petaca saca la sudadera y nosotros alucinados tocando la sudadera, ohhh esta chida, y una chava le dice ME LA REGALAS? y el mostro solo dijó MMMMMSIP, Y SE LA DIÓ, NO HUBO COQUETERIA, NO FUÉ POR QUE FUERA UNA CHAVA, EL MOSTRO SOLO SE LA DIO POR QUE ELLA SE LA PIDIÓ nosotros nos quedamos asombrados por la humildad del MOSTRO, y pensando PEEEENDEJOOO POR QUE NO SE LA PEDÍ YO, espero el MOSTRO RECUERDE ESTA ANECDOTA y mil gracias x no ser otro almaguer

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